Radiación teledirigida como tratamiento médico

La teleterapia, también conocida como Radiación teledirigida produce una radiación de alta energía capaz de irradiar grandes tumores de localización profunda. Entre las fuentes gamma emisoras utilizadas destaca el Cobalto-60, contenida en la denominada Bomba de Cobalto, la cual impide la salida de la radiación excepto por un orificio que proporciona la radiación dirigida.

La Terapia por Radiación es aplicada comúnmente al cuerpo o núcleo del tumor, por lo que la fuente radioactiva no está en contacto directo con el tumor o tejido objeto de tratamiento. Los haces de radiación se coliman (se homogeneiza la dirección de los rayos) y enfocan desde diversos ángulos de manera de que confluyen en el tumor y evitan o disminuyen daños en el tejido sano subyacente. De esta forma se aumenta la dosis de radiación absorbida por el tumor en comparación con la absorbida por el tejido sano.

Los aceleradores lineales de partículas de Rayos X de alta energía y electrones actualmente son los más comunes, permitiendo dar una radioterapia mucho más precisa y protegiendo así los tejidos sanos. Se usan comúnmente en tumores cerebrales, cáncer de próstata, seminomas, entre otros.

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